III CONCURSO DE MICRORRELATOS AUGUSTO MONTERROSO

¡Vaya! Este Germán...

Noté el frío metal atravesando mi piel, me estaba poniendo de los nervios. El aire me faltaba. Entonces descubrí lo que era vivir, no quería abandonar esa sensación. Ni cuando disparaba a otros, ni cuando huía de mis miedos me sentí tan libre. Notaba como aquel líquido rojo y viscoso fluía de mi costado, hasta que cesó.

Día lluvioso, nublado,oscuro. Clase a primera hora. Se acerca el profesor, oigo retumbar en el pasillo el sonido de sus pasos, el movimiento de sus llaves al caminar. Cada segundo que pasaba me estaba poniendo más de los nervios. Cogí, me levanté, salí por la puerta, empecé a correr sin parar. Quería avanzar más y más, llegar más alto. Mirando al futuro y no al presente, me precipité y me caí al vacío, sin fondo. Pensé y recapacité.

Me he equivocado

Era el último partido de la Liga y íbamos 0-0 en el último minuto y teníamos que ganar y el jugador sólo falla el tiró me estaba poniendo de los nervios.Un córner centra remata y Gooooooooooooool!

Todos los días cada vez que pasaba por ese banco, lo veía a él sentado en el banco. Un día se acercó a mí, me estaba poniendo de los nervios al ver que estaba tan cerca de mi. Se acercó a solo 2 centimetros de mi cara y solo me dijo:"Buenos días princesa"

Su torpeza me estaba poniendo de los nervios.
- No es tan difícil, coges una pata, la enganchas con la otra y tiras de ellas hasta que salga el ternero entero. ¿No te parece bonito el milagro de la vida?
- No sé si es bonito o no, pero me están dando arcadas, papá.
- Los niños de ahora ya no son como los de antes. Vamos, ya se le ve la cabeza.

Hace diez años, mi madre y yo estábamos pasando un buen día por el centro de Jerez. Entramos en una tienda. Ya llevábamos más de una hora allí y yo me estaba poniendo de los nervios. Mi madre estaba hablando con una mujer y yo mientras tanto me di cuenta que cerca había un ascensor. Con las ganas que tenía de irme, vi el ascensor abierto y entré. Rápidamente se cerraron las puertas, me quedé atrapado, sentí miedo, angustia, desesperación ... Ahora si que me estaba de los nervios.

Me estaba poniendo de los nervios, lanzé una mirada furtiva para asegurarme y entonces lo ví claro, aquella sombra que había confundido con la de una persona no era más que el rostro de mi culpabilidad, una sombra a la que solo haciendo lo correcto conseguiria dejar atrás.

Llegué a casa súper cansada después de un largo día de clase. Sólo me apetecía echar una siesta. Pero cuando entré por la puerta del salón,ahí estaba mi madre,sentada en el sofá.Comenzó a darme gritos y a decirme que paseara al perro...me estaba poniendo de los nervios.