III CONCURSO DE MICRORRELATOS AUGUSTO MONTERROSO

Mientras estaba caminando por la oscuridad de la noche, me desperté de éste sin más, lo cual me estaba poniendo de los nervios. Porque me di cuenta que tras esa oscura noche, la sombra de la luna caminada detrás de mi.

Era verano, yo iba desde mi casa hacia un centro dietético, eran las cinco de la tarde. La calle estaba solitaria, de repente, noté que alguien me seguía. Miré detrás de mí pero no había nadie. Sentí que un coche circulaba muy despacio acercándose a mí.
¡Me estaba poniendo de los nervios!
Yo temblaba. Crucé y el coche me perseguía, incluso se puso en sentido contrario de la carretera. No me atrevía a mirarlo, yo seguía poniéndome de los nervios. Me decidí a mirarlo, y...
Basado en hechos reales.

Desperté en aquella sala oscura con olor rancio a matadero. Las baldosas que tapizaban las paderes estaban manchadas de sangre coagulada. Parecía reciente. El desconocimiento de no saber que hacía allí me estaba poniendo de los nervios. Pasé horas sumido en aquel especie de sueño, maniatado de manos y pies para no poder escapar. Me estaba volviendo loco. Cada vez estaba más cansado. Sostener los párpados eran un esfuerzo inhumano. Cuando estaba a punto de desfallecerme, el sonido de una puerta al abrirse me despertó...

Manos temblorosas, ojos asustados, voces ahogadas. Todo eso contenido en mi cabeza. Solo tenía que apretar el gatillo. Solo eso. Apuntar y listo. Nadie lo vería. La pistola temblaba en mis manos en aquel callejón oscuro y sucio. Levanté la pistola y apunté. Mi mente gritaba no lo hagas. Debía hacerlo. Cerré los ojos y oí el click del seguro. Me estaba poniendo de los nervios. Mejor asegurar el blanco. Apunté la pistola y disparé. El cuerpo cayó al suelo. Todo había acabado. Las letras brillantes aparecieron en la pantalla. Solté el mando, ya había ganado la partida. Siguiente nivel.

Aquella noche yo era el único despierto en la casa cuando un móvil empezó a sonar, a los diez minutos ya me estaba poniendo de los nervios así que, enfadado, desperté a toda mi familia para averiguar de quien era el móvil, el móvil era mío.

Yo yendo con mi mujer a revisión al medico , entro ella y me quede esperandola , llevaba ya una hora y me estaba poniendo de los nervios . Me equivoque

Un día estábamos preparándonos para ir a la boda de mi prima, cuando mi padre y yo nos habíamos preparado, mi madre aun no había terminado al igual que mi hermana, me estaba poniendo de los nervios.

Me estaba poniendo de los nervios cada segundo, cada minuto, cada hora hasta que por fin desperté de un sueño en el que mi mente era prisionera de tus ojos color café .

Ya notaba como el tiempo se me venía encima , miraba las oraciones del examen y ellas a mi , cuando de pronto se escucha la voz del maestro : "Diez minutos" . Empecé a hacerlas tan rápido como pude pero un ruido de fondo sonaba en mi cabeza . Alcé la vista y ví a mi compañero haciendo un ruido con bastante ritmo con el bolígrafo, intenté no hacerle mucho caso pero era inevitable no desconcentrarse así que ya muy agobiada le grité : ¡ Para Por favor ! . Sin duda me estaba poniendo de los nervios .

Estuve esperando y esperando, viendo cómo pasaban los minutos y las horas y nadie llegaba a casa, era de noche, me estaba poniendo de los nervios, cuando entonces, el timbre sonó, aunque ahora mismo desearía que aquella persona hubiera sido la que esperaba