IV CONCURSO DE MICRORRELATOS AUGUSTO MONTERROSO

Nunca me lo explicare...Quizás lo único que desean es que, por fin, un rayo les caiga encima y les parta en dos.

Y me pone nerviosa esa gente que va quejándose y lloriqueando por todo, como si ellos fueran los únicos que tienen problemas en la vida y los demás no tuviéramos bastante con la nuestra...Seguramente no lo pueden evitar, quizás porque lo único que desean es que, por fin, un rayo les caiga encima y los parta en dos.

Cuando fui a recogerla a la puerta del instituto, ella ya no estaba, así que salí corriendo en su busca. Cuando la encontré, estaba ahí, tirada en medio de la carretera, bajo la lluvia, con lágrimas en los ojos y gritando de una forma descontrolada. Quizás lo único que deseaba es que, por fin, un rayo le cayera encima y la partiera en dos.

Llegó el momento. La angustia estrujaba sus corazones bajo la más fría tormenta. Intercambiaron una última mirada llena de tristeza. Todo se acabó. Se fundieron en un último abrazo. La gélida lluvia ya no importaba. Realmente, nada a su alrededor importaba. Quizás porque lo único que deseaban es que, por fin, un rayo les cayera encima y los partiera en dos, y que así, cesara la pena que los atormentaba.

"Otro triste día de invierno en esta amarga vida. Ver pasar el tiempo como quien mira las nubes vagar. La vida pasa rápido, pero no lo suficiente para mi destrozado corazón. Sufrir día tras día, sumergido en un bucle constante del que no puedo salir. Ya no tengo esperanza. Quizás porque lo único que deseo es que, por fin, un rayo me caiga encima y me parta en dos. La vida no está hecha para personas como yo. Me lo ha dado todo y después me lo ha arrebatado. Por eso quiero deciros, mamá, papá, os echaré de menos."

No para de llover y están los dos a solas en el patio. No hay nadie más, solo ellos perdidos en sus pensamientos y la tormenta. Quizás porque lo único que desean es que, por fin, un rayo les caiga encima y los parta en dos. No quieren seguir viviendo en ese lugar donde los cubiertos son de plástico.

Le raspa por dentro, le muerde y le araña como si fuese un pequeño diablo sediento de sangre. Ya no puede más, el dolor la destruye. Ya no la aprecian. Ni a ella ni a nadie. Quizás porque lo único que desean es que, por fin, un rayo les caiga encima y los parta en dos.

Le encantaba desnudarse las muñecas con metales en días donde el cielo gritaba y lloraba. Quizás, porque lo único que deseaba es que, por fin, un rayo le cayera encima y la partiera en dos. Lo que ella no sabe, es cuanto desearía ser el que la acompaña en su locura.

Nadie le hacía caso,siempre se portaba mal con todo el mundo.Pegaba,insultaba,gritaba...se portaba como un loco. Todos se preguntaban el por qué.Quizá poque,en el fondo,lo único que deseaba es que por fín,un rayo le cayera encima y lo partiera en dos.Y lo que nadie se había imaginado era que su mal comportamiento se debía a que era la única forma de que se viera que existía,la única forma de que le prestaran atención...la única forma de que,tan solo por un momento,se sintiera real.

No se el por qué de que se comporten de tal manera. Quizás porque lo único que desean es que, por fin, un rayo les caiga encima y los parta en dos. Y nos quitemos este pesar de encima.