Aquella tarde estaba solo con mi hermana .¡Me estaba poniendo de los nervios!llevaba desde que mis padres se fueron (hace ya bastante rato...) despeinando mi perfecto y precioso pelo rubio.No me pude aguantar y le iba a dar un golpe en el brazo, pero cuando me giré y vi esos grandes y bellos ojos idénticos a los míos me di cuenta de que no podía hacerle tal cosa.Yo era el mayor. ¡Tenia que cuidarla!
Camino hacia la madurez
Fecha: 11.04.2015 | Autor: Angeles López Rosado 1ºE