Tic-Tac,Tic-Tac, el sonido de las agujas del reloj me estaba poniendo de los nervios y no sabia cuando iba a llegar el momento de que apareciera por la puerta, así que me quede mirando al suelo de la sala de espera. Al rato, escuché el sonido que más me ha alegrado desde entonces, sí, era un bebe precioso y hasta hoy día recuerdo ese gran momento.
Una espera agradable
Fecha: 10.03.2015 | Autor: Sonia muñoz Oca 4A