Ana María Iglesias Méndez. 1º Bachillerato B Humanidades.

Fecha: 09.04.2014 | Autor: Todo puede empeorar siempre.

Era el día más feliz de Rydel, fue adoptada. La nueva familia quería a la mayor del orfanato, cosa rara, porque normalmente eran las pequeñas a las que escogían. Al llegar a su nueva casa su padrastro la encerró en un cuarto. Estuvo allí lo que parecieron días. Se sentía débil, ¿por que me pasa esto a mí? Su madrastra entró y la miró. Cuando Rydel se levantó sacó sus colmillos y se encontró irremediablemente perdida. Ese rítmico latir de su corazón se había ido. Rydel abrió los ojos. Tocó su pecho y allí estaba. Todo había sido un sueño.

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